Nunca es tarde para recordarnos estar atentos al grooming.
Nuestros hijos pasan horas frente a las pantallas mucha veces sin saber medirse ellos mismos el tiempo y menos imaginarse consecuencias negativas. Si o si somos los adultos los que tenemos que velar por su seguridad.
Acompañémoslos, explicándoles y apoyándolos. No están solos! El grooming es un problema de todos! Seamos responsables.